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Perú y Arabia Saudita rumbo a una alianza minera estratégica claves, desafíos e impacto en la economía

septiembre 23, 2025
Perú y Arabia Saudita rumbo a una alianza minera estratégica claves, desafíos e impacto en la economía

Perú y Arabia Saudita rumbo a una alianza minera estratégica claves, desafíos e impacto en la economía

Durante la cumbre minera PERUMIN 37 en Arequipa, el premier peruano Eduardo Arana anunció un giro estratégico en la política minera nacional: Perú firmará en noviembre un acuerdo con Arabia Saudita y otros países del Golfo para promover cooperación, inversión y desarrollo tecnológico en el sector minero-metalúrgico. 

Este anuncio no es casualidad: busca posicionar al país como actor confiable global en minerales estratégicos, atraer capital extranjero, impulsar la industrialización local y fortalecer la formalización minera. Pero también abre interrogantes: ¿cómo afectará esto a la inflación en Perú? ¿Qué riesgos se asumen? ¿Qué papel jugará esta alianza en el contexto internacional de transición energética?

A continuación exploramos los detalles del acuerdo anunciado, su contexto económico y del mercado minero, sus riesgos e impactos posibles sobre precios e inflación, y los escenarios que podrían desarrollarse de cara al 2026.

¿Qué anunció el gobierno peruano?

En su intervención en PERUMIN 37, Eduardo Arana adelantó que el Estado suscribirá en noviembre un convenio estratégico con Arabia Saudita y otros países del Golfo para potenciar la cooperación minera y metalúrgica. 

Los principales objetivos declarados del acuerdo son:

  • Atraer inversiones extranjeras al sector minero peruano.
  • Impulsar la industrialización de minerales estratégicos (como cobre, litio, tierras raras) dentro de Perú, con valor agregado local.
  • Fomentar transferencia tecnológica y conocimiento experto entre los países socios.
  • Formalizar la minería artesanal y fortalecer mecanismos de trazabilidad y sostenibilidad en el comercio de minerales, en parte con cooperación de Suiza.
  • Integrar esfuerzos con otros países, como Chile, mediante acuerdos de colaboración minera regional.

Arana insistió en que este paso “abrirá un nuevo capítulo” en la colaboración minera y metalúrgica entre Perú y el mundo árabe, y reafirmó que la minería constituye uno de los pilares sólidos de la economía peruana, representando más del 15 % del PBI y más del 60 % de las exportaciones del país.

El ministro de Energía y Minas, Jorge Luis Montero, detalló que una delegación oficial viajará a Arabia Saudita a inicio de noviembre para pactar cuatro convenios específicos de cooperación. 

Según Montero, el Perú aportará experiencia en geología, cadenas logísticas, proveedores y conocimiento técnico, mientras que los países del Golfo aportarán capitales para proyectos mineros de gran escala. 

En resumen, la expectativa oficial es que esta alianza consolide el rol de Perú como proveedor fiable de minerales estratégicos en el contexto de la transición energética global. 

Contexto del sector minero peruano: fortalezas y desafíos

Para entender las implicancias de esta alianza, conviene mirar el entorno en el que se da:

a) Papel central de la minería en la economía peruana

  • La minería es un componente clave del crecimiento económico peruano: representa más del 15 % del PBI y supera el 60 % de las exportaciones totales del país.
  • La cartera de proyectos mineros prevista para 2025 se valoriza en más de USD 64.000 millones en fases de construcción o modernización.
  • Además, hay una cartera en fase de exploración con decenas de proyectos valorados en cientos de millones de dólares.

Estas cifras muestran que existe un impulso significativo por expandir la capacidad minera, apuntalado por inversores nacionales e internacionales.

b) Desafíos estructurales persistentes

  • Dependencia de minerales sin valor agregado: Perú exporta gran parte de sus minerales crudos o semiprocesados, con poco aprovechamiento de la industria local de fundición, refinación o fabricación de componentes.
  • Costos logísticos elevados: las regiones mineras muchas veces están lejos de puertos, rutas difíciles, costos de transporte y distribución altos.
  • Rigidez regulatoria y conflictos sociales: los conflictos con comunidades locales, permisos ambientales, normativas cambiantes, demandas o protestas sociales son obstáculos constantes para la estabilidad de las inversiones mineras.
  • Volatilidad de precios internacionales: los precios de los metales (cobre, litio, tierras raras) suelen sufrir ciclos marcados, lo que genera riesgos para inversiones de largo plazo.
  • Riesgos institucionales y credibilidad: para atraer capital gigante, se requiere estabilidad política, seguridad jurídica, transparencia y confianza en las instituciones públicas.

Por lo tanto, una alianza con Arabia Saudita y países del Golfo no viene sola: debe contrarrestar esos obstáculos estructurales.

¿Qué aporta Arabia Saudita y los países del Golfo?

La elección de Arabia Saudita como socio estratégico no es casual:

  • Los países del Golfo suelen contar con abundantes recursos financieros, fondos soberanos con liquidez disponible para inversiones internacionales.
  • Históricamente, han apostado por diversificar más allá del petróleo, invirtiendo en minería, tecnología, infraestructura global.
  • Arabia Saudita necesita minerales para sus megaproyectos (como la ciudad futurista The Line) y otras iniciativas de energía renovable, lo que genera demanda que Perú puede suplir.

Según declaraciones oficiales durante PERUMIN, el representante saudí Abdulrahman Al-Belushi anticipó que ya se exploran oportunidades de inversión en el Perú y cooperación minera estratégica. 

Los países árabes aportarían capital, experiencia global, redes diplomáticas e interés en asegurar cadenas de suministro de minerales clave para su propia transición energética.

Riesgos e impactos potenciales sobre la inflación y la economía peruana

Firmar alianzas mineras con capital extranjero gigante tiene implicancias económicas más allá del sector. Aquí algunos riesgos y oportunidades:

i) Inyección de capital e inversión

Si el acuerdo genera desembolsos de inversión concretos, podría reactivar proyectos mineros paralizados, dinamizar empleo local, estimular construcción, servicios y demanda de insumos, lo que tiene efectos multiplicadores positivos sobre la actividad económica. Esto podría generar presiones de demanda que, si no se controla con políticas macroprudenciales, alimenten inflación.

ii) Costos de ejecución y compromisos de gasto

Al aceptar inversiones extranjeras, usualmente hay compromisos de infraestructura, incentivos fiscales, concesiones o garantías. Si el Estado asumiera obligaciones excesivas, podría aumentar la presión fiscal, endeudamiento o pasivos implícitos, afectando el balance macroeconómico.

iii) Transmisión a precios de insumos estratégicos

Minería requiere insumos importados: energía, maquinaria, repuestos, insumos especiales. Si el alza en demanda de esos insumos internos y externos ocurre simultáneamente, los precios podrían subir, sumando presión inflacionaria en bienes intermedios.

iv) Volatilidad externa

Acordar con actores globales expone a Perú a choques externos: depreciaciones, alteraciones en cadenas de suministro global, cambios de precio en metales, fluctuaciones en tasas de interés globales. Si un shock global afecta a la minería, podría afectar las expectativas inflacionarias del país.

v) Expectativas y reacciones del mercado interno

El mercado puede reaccionar con optimismo, lo que tenderá a fortalecer expectativas de crecimiento y demanda. Pero si esas expectativas no se materializan rápidamente, puede generarse decepción, ajustes abruptos de precios, cancelaciones de proyectos, etc.

vi) Distribución del valor agregado

Si la valorización minera no se acompaña de capacidades internas de industrialización, Perú podría quedarse con la porción de renta primaria del mineral y dejar el valor agregado en las cadenas productivas extranjeras, lo cual limita el beneficio real para la economía nacional.

Escenarios posibles para los próximos años

Para anticipar cómo podría desarrollarse esta alianza, propongo tres escenarios probables:

Escenario A: Éxito estratégico moderado

  • Los convenios se concretan en noviembre con compromisos claros y cronograma de proyectos.
  • Se activa inversión internacional moderada en minería de cobre, litio y tierras raras.
  • Parte del procesamiento de minerales se hace localmente, generando valor agregado y empleo.
  • Los efectos macroeconómicos son positivos: crecimiento, exportaciones, generación de divisas.
  • La inflación es controlada mediante políticas monetarias prudentes, y no hay desequilibrio fiscal excesivo.

Escenario B: Inversiones lentas y expectativas frustradas

  • Se firman los acuerdos, pero los proyectos tardan en arrancar por permisos, conflictos locales, financiamiento o trabas técnicas.
  • El impulso a la minería real es modesto, y los mayores efectos son simbólicos.
  • Los mercados reaccionan inicialmente con optimismo, pero si la ejecución falla, hay correcciones de expectativas.
  • Impacto limitado sobre el empleo, la producción y el valor agregado.

Escenario C: Alianza ambiciosa con efectos disruptivos

  • Se activan inversiones masivas y transformadoras, con megaproyectos conjuntos entre Perú y Arabia Saudita en minería, procesamiento y tecnología.
  • Se integran cadenas regionales con Chile u otros países para fortalecer la industrialización minera en la región Andina-Pacífica.
  • Perú se posiciona como líder global de minerales para la transición energética.
  • La inyección de capital genera crecimiento acentuado, pero también riesgos de sobrecalentamiento.
  • La inflación podría aparecer si el crecimiento no se acompaña de contrapesos macroeconómicos.

Qué debe vigilar el gobierno peruano para que no haya desequilibrios

Para que esta alianza no se convierta en un problema inflacionario o fiscal, el Ejecutivo peruano debe cuidar varios factores:

  • Transparencia en contratos, cláusulas, garantías y obligaciones mutuas.
  • Equilibrio en incentivos fiscales: no otorgar exenciones excesivas que comprometan ingresos públicos.
  • Reglas claras para mitigación de riesgos ambientales, sociales y conflictos comunitarios.
  • Planificación logística: asegurar que infraestructura de transporte, puertos, energía esté lista para absorber el crecimiento minero.
  • Políticas de control de precios e insumos críticos para evitar que los costos internos se disparen con la demanda minera.
  • Coordinación macroeconómica plena: política monetaria, fiscal y cambiaria deberán trabajar conjuntamente.
  • Monitoreo de expectativas de inflación, ajuste de tasas si es necesario, vigilancia de costos importados e insumos.

Relevancia para quienes siguen la inflación

Este tipo de noticias mineras, aunque parezcan lejanas al consumidor cotidiano, tienen vínculos directos con la inflación:

  1. Exportaciones y divisas: mayores exportaciones mineras fortalecen la entrada de divisas, lo que puede ayudar a sostener el tipo de cambio, presionando menos a los precios importados.
  2. Demanda de insumos estratégicos: el desarrollo minero genera demanda adicional de insumos, maquinaria, importaciones, que pueden elevar sus precios en mercados internos.
  3. Inversión y efecto multiplicador: la inversión masiva en minería estimula otras ramas de la economía, lo que puede generar presiones en salarios e insumos si la oferta no se acomoda.
  4. Expectativas: alianzas de esta magnitud envían señales al mercado sobre crecimiento, inflación futura y rumbo económico.

Costos energéticos y logísticos: minería requiere energía y transporte; si esos sectores suben sus costos, se arrastra hacia el resto de la economía.