
Milei celebra inflación a la baja, crecimiento del 6 % y recuperación salarial ¿milagro o espejismo?
Durante el acto formal por el 141.º aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario, el presidente Javier Milei expresó entusiasmo por los recientes indicadores económicos de Argentina: una notable reducción de la inflación, un estimado crecimiento del 6 % interanual del PBI y señales de mejora en los salarios reales. Este mensaje se presenta en un contexto delicado: un año electoral donde cada dato económico puede modificar percepciones y expectativas.
Inflación en retroceso: ¿cuánto ha bajado?
El mandatario afirmó que la inflación está retrocediendo de forma sostenida, reforzando su discurso sobre la transición hacia un modelo económico más estable. Hace unos meses pronosticaba que en abril o mayo podría caer por debajo del 2 % mensual.
Este descenso llega después de un período de hiperinflación que superó el 200 %, reduciéndose a cerca del 2–4 % interanual a fines de 2024, lo que permite apoyar la narrativa oficial como una victoria económica.
El repunte del crecimiento: ¿realidad o expectativa?
El crecimiento del PBI estimado en 6 % refleja una recuperación intensa, posiblemente impulsada por la apertura económica, mejoras en exportaciones y normalización macroeconómica.
No obstante, organismos externos como el FMI y bancos globales prevén un crecimiento más moderado en torno al 3,5–5,5 %, señalando que el efecto positivo podría atenuarse en 2026.
¿Qué hay detrás de la “mejora salarial”?
Aunque el discurso oficial celebra una recuperación del ingreso real, algunos cálculos muestran una pérdida acumulada del poder adquisitivo del 6 % entre noviembre 2023 y marzo 2024.
Esta brecha evidencia que, aunque los precios se moderan, los salarios aún no logran superar el avance de la inflación, especialmente en el sector público, que enfrenta una mayor erosión real.
Ajustes estructurales y contexto político
El avance en la reducción de la inflación y el déficit fiscal fue acompañado por fuertes reformas estructurales, desde recortes al Estado hasta el cierre de organismos públicos y contenidos en la denominada “motosierra profunda”.
Sin embargo, estas medidas incluyen costos sociales considerables: aumento del desempleo en sectores intensivos en mano de obra y una economía más dependiente del agro y la minería.
Perspectivas hacia fin de año
Con elecciones en el horizonte, el oficialismo busca consolidar el relato de recuperación económica. El pronóstico de una inflación cada vez menor, acompañado por el crecimiento macroeconómico, se convierte en piedra angular de su campaña.
No obstante, expertos advierten que si los salarios siguen rezagados y el consumo no repunta, el crecimiento podría perder impulso, especialmente en 2026.