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México en octubre de 2025 inflación bajo control, empleo formal en recuperación y señales mixtas en la industria

octubre 10, 2025
México en octubre de 2025 inflación bajo control, empleo formal en recuperación y señales mixtas en la industria

México en octubre de 2025 inflación bajo control, empleo formal en recuperación y señales mixtas en la industria

La economía mexicana atraviesa un momento de equilibrio delicado.
Durante la segunda semana de octubre de 2025, los indicadores macroeconómicos revelan un país con inflación contenida, empleo formal en ascenso y una industria que aún no logra despegar completamente.

El Banco de México (Banxico) mantiene una política monetaria prudente, buscando preservar la estabilidad de precios sin frenar la actividad productiva. Mientras tanto, los datos de empleo formal del IMSS y la evolución del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) muestran un entorno mixto: avances en la generación laboral y control de precios, pero también señales de desaceleración industrial y pérdida de impulso en la confianza del consumidor.

Inflación: leve repunte, pero dentro del objetivo

En septiembre, la inflación general anual se ubicó en 3.76 %, marcando su segundo mes consecutivo al alza. Aunque el incremento es marginal, refleja la persistencia de presiones en los precios de servicios y alimentos, pese a un entorno global más estable.

El Banco de México mantiene su meta de inflación en el 3 % ±1 punto porcentual, por lo que el dato actual sigue dentro del rango de tolerancia. No obstante, los analistas advierten que la desinflación podría estancarse en los próximos meses si los precios energéticos continúan al alza o si el peso mexicano pierde terreno frente al dólar.

Factores que impulsaron la inflación:

  • Aumento en alimentos procesados y bebidas.
  • Incremento en energía eléctrica y gas doméstico por ajustes estacionales.
  • Subida en precios de servicios de educación privada al inicio del ciclo escolar.

Por el contrario, los precios de frutas, verduras y transporte mostraron estabilidad, ayudando a moderar el avance del índice general.

Banxico insiste en que el repunte inflacionario no representa una tendencia estructural, sino un ajuste temporal dentro de la normalización económica.

Política monetaria: Banxico mantiene prudencia

El Banco de México decidió mantener su tasa de interés en 7.50 %, luego de realizar recortes graduales desde finales de 2024. Esta estrategia busca equilibrar dos objetivos:

  1. Evitar un sobrecalentamiento del consumo.
  2. Estimular la actividad económica tras la desaceleración industrial.

La autoridad monetaria reiteró que continuará evaluando los datos de inflación, empleo y consumo antes de realizar nuevos recortes.
Según su comunicado, “la política monetaria seguirá orientada a lograr una convergencia ordenada de la inflación hacia la meta del 3 %, preservando la estabilidad del poder adquisitivo”.

Contexto internacional

El panorama global también influye. La Reserva Federal (Fed) mantiene tasas relativamente altas (4.75 %), lo que obliga a Banxico a conservar cierto margen para evitar fugas de capital y depreciación del peso.
El tipo de cambio se ha mantenido estable alrededor de 17.30 pesos por dólar, mostrando la fortaleza de la moneda mexicana frente a otras divisas regionales.

Empleo formal: crecimiento sólido tras meses de debilidad

Uno de los datos más alentadores del mes proviene del mercado laboral.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en septiembre se registró un incremento de 116,765 nuevos empleos formales, lo que representa un aumento del 28.4 % respecto al mes anterior.

Con ello, el total de trabajadores afiliados al IMSS asciende a 22.3 millones de personas, consolidando una recuperación gradual tras la pérdida de dinamismo observada en el primer semestre.
El empleo formal sigue siendo un termómetro de la economía interna, reflejando la actividad de sectores como la construcción, servicios, comercio y manufactura.

Desafíos pendientes:

A pesar del avance mensual, el acumulado anual muestra una caída de 27 % respecto a 2024, lo que evidencia que la recuperación aún no es completa.
El empleo eventual sigue predominando sobre el permanente, y la informalidad laboral —que afecta a más del 55 % de la población activa— continúa siendo uno de los principales retos estructurales del país.

Actividad industrial: tres meses consecutivos de retroceso

La industria mexicana sigue mostrando señales de debilidad.
De acuerdo con el INEGI, el Índice de Producción Industrial registró en agosto su tercer mes consecutivo de contracción, afectado principalmente por el desempeño negativo de los sectores de minería, construcción y manufactura ligera.

El sector automotriz, que había sido motor de crecimiento durante 2023 y 2024, enfrenta una reducción temporal en exportaciones hacia Estados Unidos debido a ajustes logísticos y la lenta adopción de nuevas regulaciones ambientales.

La construcción pública también se mantiene rezagada, a pesar de los esfuerzos del gobierno por impulsar proyectos de infraestructura y vivienda social.
La inversión privada, aunque estable, avanza con cautela ante la incertidumbre política y las elecciones de 2026.

Confianza del consumidor y perspectivas del consumo

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por el INEGI y Banxico mostró una leve caída en septiembre, situándose en 44 puntos, frente a 45.2 en agosto.
El indicador refleja una mayor cautela de los hogares mexicanos, preocupados por la inflación reciente y el alza en algunos bienes básicos.

Sin embargo, el consumo privado se mantiene firme, apoyado por:

  • Incremento de remesas familiares, que superaron los $6,000 millones USD en agosto.
  • Crecimiento del crédito al consumo y reducción en tasas hipotecarias.
  • Mayor gasto en servicios y turismo interno.

El gasto de los hogares sigue siendo uno de los pilares de la economía mexicana, representando casi el 65 % del PIB nacional.

El peso mexicano: estabilidad en medio de la volatilidad

El peso mexicano continúa mostrando fortaleza relativa frente al dólar estadounidense.
Durante septiembre y la primera semana de octubre, el tipo de cambio se mantuvo estable en un rango entre 17.20 y 17.40 pesos por dólar, impulsado por el flujo constante de remesas, exportaciones manufactureras y la confianza de los inversionistas en los bonos soberanos mexicanos.

La estabilidad cambiaria ha contribuido a moderar la inflación importada y reforzar el atractivo del país para la inversión extranjera.
Analistas internacionales, como JP Morgan y Goldman Sachs, señalan que México se ha convertido en uno de los destinos emergentes más estables de América Latina.

Política fiscal y finanzas públicas

En materia fiscal, el gobierno federal mantiene una estrategia de austeridad responsable y gasto público focalizado.
El déficit fiscal se ubica en torno al 2.8 % del PIB, mientras la deuda pública neta representa aproximadamente el 49 % del PIB, niveles manejables según los criterios internacionales.

El Paquete Económico 2026, presentado recientemente al Congreso, prevé un presupuesto expansivo en infraestructura, energía y programas sociales, sin modificar las metas de deuda ni proponer nuevos impuestos.
Esta prudencia ha sido bien recibida por los mercados y las calificadoras, que mantienen el grado de inversión de México.

Sector externo: exportaciones y nearshoring

Las exportaciones mexicanas siguen siendo el motor del crecimiento económico, especialmente hacia Estados Unidos, que concentra más del 80 % del comercio exterior.
El fenómeno del nearshoring continúa atrayendo empresas que buscan relocalizar sus cadenas de suministro más cerca del mercado norteamericano.

Durante 2025, México recibió más de 32 mil millones de dólares en inversión extranjera directa (IED), la cifra más alta de los últimos cinco años.
Los estados del norte, como Nuevo León, Chihuahua y Coahuila, lideran este boom industrial, impulsando la demanda de empleo calificado y construcción de parques industriales.

El desafío para el próximo año será extender los beneficios del nearshoring a otras regiones del país, especialmente el sur-sureste, donde la infraestructura y la conectividad aún son limitadas.

Inflación subyacente: un indicador que sigue vigilado

Aunque la inflación general se mantiene bajo control, la inflación subyacente —que excluye precios volátiles de alimentos y energía— todavía se ubica en 4.2 %, por encima del objetivo del Banco de México.
Este componente refleja la persistencia de aumentos en servicios, educación, salud y vivienda.

Banxico advierte que será necesario mantener tasas relativamente altas por un tiempo prolongado para garantizar que la inflación converja de forma permanente hacia el 3 %.
La institución confía en que el anclaje de expectativas y la fortaleza del peso ayudarán a consolidar este proceso en el primer semestre de 2026.

Perspectivas económicas para el cierre de 2025

Las proyecciones de los analistas privados y organismos internacionales apuntan a un crecimiento económico del 2.5 % en 2025, ligeramente menor al 2.9 % registrado en 2024.
El ritmo de expansión se desacelera, pero México evita la recesión técnica que algunos habían anticipado a mediados del año.

Los sectores que más contribuirán al crecimiento son:

  • Manufactura exportadora, gracias al nearshoring.
  • Servicios financieros y tecnológicos.
  • Turismo, que sigue rompiendo récords postpandemia.

El consumo privado seguirá siendo el principal soporte, mientras que la inversión pública mantendrá un papel moderado.

Riesgos a la baja

Pese a la estabilidad actual, el FMI y Banxico advierten de algunos riesgos que podrían frenar el dinamismo económico:

  1. Volatilidad cambiaria si la Fed eleva sus tasas nuevamente.
  2. Choques en los precios del petróleo o de alimentos importados.
  3. Incertidumbre política ante el proceso electoral de 2026.
  4. Persistencia de la informalidad laboral, que limita la recaudación y el consumo.

Superar estos desafíos será clave para sostener la confianza de los inversionistas y mantener la senda de estabilidad inflacionaria.

Estabilidad con cautela

México llega a octubre de 2025 con una economía que combina fortaleza monetaria, estabilidad cambiaria y crecimiento moderado, pero enfrenta un entorno desafiante en la industria y el mercado laboral.
La inflación se mantiene bajo control, el empleo formal se recupera y el peso mexicano continúa firme.

Sin embargo, la desaceleración industrial y la dependencia del consumo interno muestran que el país aún necesita fortalecer su productividad y diversificación económica.El equilibrio alcanzado por Banxico y las autoridades fiscales es frágil, pero efectivo: México avanza con paso lento, aunque firme, hacia un cierre de año estable, demostrando que la estabilidad también puede ser una forma de crecimiento.