
Confianza en EE.UU mejora en julio consumidor alivia temores inflacionarios, pero sigue cauteloso
En julio de 2025, la confianza de los consumidores en Estados Unidos registró su nivel más alto en cinco meses, según la University of Michigan, alcanzando 61,8 puntos desde los 60,7 de junio. Este avance refleja una ligera recuperación del optimismo entre los hogares, aunque se mantiene por debajo del promedio histórico. Si bien las expectativas de inflación a corto y largo plazo han disminuido —4,4 % y 3,6 % respectivamente— los consumidores continúan preocupados por el impacto de los precios y las políticas comerciales.
Las cifras detrás del rebote
- Índice general de sentimiento: 61,8 en julio vs. 60,7 en junio (+1,8 %).
- Condiciones actuales: sube a 66,8 desde 64,8, superando expectativas de 63,9.
- Expectativas futuras: pasa de 58,1 a 58,6.
Aunque este repunte es leve, marca un posible punto de inflexión tras seis meses en baja. No obstante, el índice general sigue un 17 % por debajo de los niveles de diciembre de 2024, lo que revela que el optimismo aún está contenido.
Inflación: expectativas aliviadas, riesgos persistentes
Las expectativas de inflación a un año cayeron a 4,4 %, el nivel más bajo desde febrero de 2025. Las expectativas a largo plazo disminuyeron a 3,6 %. Si bien esta baja moderó la percepción inflacionaria, aún se sitúa por encima de diciembre de 2024.
Joanne Hsu, directora de la encuesta, advirtió que sin estabilidad en la política comercial los consumidores no recuperarán plena confianza
¿Por qué mejoró ligeramente la confianza?
Menos ansiedad por inflación y aranceles
La leve mejora se debe en parte a la caída de las expectativas inflacionarias y a una relajación temporal en la tensión arancelaria. Un informe de McKinsey y ConsumerWise identifica que muchos consumidores ajustaron sus hábitos de gasto ante posibles tarifas, aunque la nueva lectura sugiere un alivio de esta tensión.
Las condiciones económicas actuales se ven algo mejores
Se observó un alza de alrededor del 8 % en las percepciones de la economía real, mientras que la confianza en las finanzas personales descendió un 4 %. Esto indica una economía que sigue funcionando, aunque los hogares mantienen cautela.
Políticas con impacto limitado
El reciente paquete de impuestos y gastos tuvo escasa influencia sobre el ánimo del consumidor, lo que revela que las preocupaciones inmediatas giran en torno a los precios y la estabilidad económica.
¿Qué significa para la economía real?
El consumo representa aproximadamente el 70 % del PIB de EE.UU., por lo que un aumento en la confianza podría traducirse en mayor gasto y dinamismo en el sector minorista. No obstante, con niveles aún por debajo del promedio histórico, la recuperación será gradual.
Los analistas advierten que la evolución de la inflación y la resolución de las tensiones comerciales serán clave para consolidar una mejora sostenida.
La tensión Fed–Trump y sus posibles efectos
El entorno de incertidumbre por los aranceles y la inflación ha generado presión política. Trump ha pedido recortes de tasas inmediatos, mientras la Fed, liderada por Jerome Powell, prefiere esperar más datos.
- Reuters destaca que la confianza repuntó, pero que solo una estabilización de la política comercial permitirá avances firmes.
- Bloomberg y WSJ coinciden en que el consumo se mantiene fuerte pese a la volatilidad, pero su continuidad dependerá de la inflación y los aranceles.
Riesgos y escenarios posibles
- Resurgimiento inflacionario: si los precios vuelven a subir, las expectativas podrían repuntar, frenando el consumo.
- Nuevas tensiones comerciales: reactivación de aranceles puede enfriar nuevamente el ánimo.
- Reacción de la Fed: una espera prolongada puede desinflar la recuperación, mientras un recorte prematuro podría reactivar la inflación.
- Mercados inestables: la confianza débil podría traducirse en volatilidad de la bolsa.
Comparativa histórica
El índice de 61,8 puntos en julio es el nivel más alto desde febrero, aunque sigue claramente subvirado frente al promedio histórico de 70–100.
Este nivel sugiere que, aunque no estamos ante una recuperación plena, sí existe un atisbo de estabilización tras seis meses de declive.
Tocando el pulso del consumidor: conclusiones
- La confianza repuntó 1,8 %, aunque desde niveles bajos.
- Las expectativas inflacionarias cayeron, pero siguen elevadas.
- Los aranceles y la política monetaria marcan el ánimo.
- Si se estabilizan los precios y las tensiones arancelarias, es posible que la confianza continúe mejorando.
- Sin eso, el consumo y el crecimiento crecerán con freno de mano.
En definitiva, julio presentó una bocanada de oxígeno para la economía estadounidense, pero si este rebrote es sostenible dependerá de que inflación, comercio y política económica se mantengan en calma.