
Panamá logra una ligera deflación en septiembre 2025 ¿se abre paso a la estabilidad en el costo de vida?
Entre agosto y septiembre de 2025, Panamá registró una variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de -0,04 %, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC). Este dato marca un punto de inflexión después de un período de moderación inflacionaria, e implica que los efectos del alza de precios se han detenido al menos temporalmente. La reversión en ese mes –aunque leve– despierta interrogantes sobre si Panamá está transitando hacia una fase de estabilidad en el costo de vida o si se trata de un paréntesis en un escenario aún vulnerable.
Panamá entre la dolarización y la moderación de precios
Panamá es una de las pocas economías del mundo completamente dolarizadas, lo que implica que utiliza el dólar estadounidense como moneda de curso legal. Esta característica limita la capacidad que tiene su banco central para “imprimir dinero” y, en teoría, debería contribuir a una inflación más baja o más controlada. Sin embargo, eso no hace al país inmune a choques externos como alzas de precios internacionales, devaluaciones de monedas de sus socios comerciales o aumentos en los rubros de servicios.
El FMI en su consulta del Artículo IV para Panamá, publicada en agosto de 2025, reportó que la inflación ya había vuelto a terreno negativo a finales de 2024 (-0,2 % interanual) y que en mayo de 2025 rondaba -0,7 %. Este datos confirman que Panamá estuvo en una fase de deflación, circunstancia poco común en la región.
Por su parte, el INEC en su boletín de septiembre apuntó que la caída mensual del IPC (-0,04 %) se explica principalmente por reducciones en los precios de comunicaciones (-0,5 %), alimentos y bebidas no alcohólicas (-0,3 %) y prendas de vestir y calzado (-0,1 %). Lo que sugiere que algunos rubros sensibles para el consumidor experimentaron alivio.
Este panorama plantea que Panamá atraviesa una fase de muy baja o incluso nula inflación, lo que podría considerarse una “ventana de oportunidad” para consolidar estabilidad de precios. Pero también abre interrogantes sobre el dinamismo económico, pues inflación muy baja o negativa puede señalar debilidad en la demanda.
¿Por qué cayó el IPC en septiembre? Rubros y efectos relevantes
a) Comunicaciones
El rubro «Información y comunicaciones» registró una caída de precios de -0,5 % en septiembre. Esto se explica por los ajustes en servicios de telefonía móvil y planes de datos, que habían registrado tarifas más elevadas previamente. La revisión de la base de cálculo del IPC (cambio de 2013 a 2024) también pudo haber incidido en esta variación.
b) Alimentos y bebidas no alcohólicas
Los alimentos básicos bajaron -0,3 % en el mes. Aunque no es una caída fuerte, representa un respiro frente a subidas sostenidas. Esta baja puede obedecer a una combinación de mayor oferta local, estabilización de precios internacionales de algunos insumos y ajustes en cadenas de distribución.
c) Prendas de vestir y calzado
La caída fue de -0,1 %. Este rubro suele ser volátil y sensible al comportamiento estacional y a la competencia importada. La leve baja sugiere que los precios de vestuario y calzado no arrastraron al alza en septiembre.
d) Otros rubros
Se registraron aumentos moderados en recreación, deporte y cultura (+0,2 %); muebles, equipo doméstico (+0,1 %); salud (+0,1 %); transporte (+0,1 %). Lo que muestra que algunos servicios continúan registrando incrementos de precios.
La combinación de bajas en algunos rubros y moderación en otros generó el marco perfecto para que el IPC mensual resultara levemente negativo. Pero es clave destacar que el dato mensual no necesariamente indica una tendencia inflacionaria estable hacia el futuro.
El cambio metodológico del IPC y su impacto
Una aclaración importante para interpretar estos datos: en septiembre de 2025 el INEC actualizó la base del IPC de 2013=100 a 2024=100. Esta revisión amplía el número de productos incluidos (343 frente a los anteriores 328), cambia la estructura de ponderaciones y busca reflejar mejor los hábitos de consumo modernos.
Este tipo de cambios puede generar “efectos de rebaja estadística” en la tasa reportada, pues algunos productos con alza de precios pueden tener menor ponderación y nuevos productos con menor subida pueden ganar participación. Por tanto, aunque la caída mensual de -0,04 % es una buena señal, no debe interpretarse automáticamente como “fin de la inflación”.
La clave es monitorear la tasa interanual y acumulada anual para ver si la moderación se consolida.
¿Qué implicaciones tiene para el costo de vida de los panameños?
Poder adquisitivo
La ligera caída de precios puede traducirse en una mejora del poder adquisitivo, aunque en magnitud limitada. Para los hogares que consumen intensamente rubros que registraron caídas (comunicaciones, alimentos básicos) el alivio se notará más. Sin embargo, quienes destinan una mayor parte de sus ingresos a servicios que siguen subiendo (como alquileres, transporte, salud) podrían no experimentar una mejora real.
Consumo
La moderación de precios puede animar algo de consumo, pero también puede ser reflejo de demanda débil. Si los consumidores aplazan compras en expectativa de mejores precios, el consumo se mantendrá frágil.
Política económica
Para el Gobierno y los hacedores de política, esta evolución abre una ventana para reordenar tarifas, ajustar subsidios y reducir inercia inflacionaria. Pero también implica que deben estar atentos al riesgo de deflación, pues inflación negativa puede conducir a menores inversiones y alza del desempleo.
El desfase entre inflación mensual y acumulada: por qué importa
Una caída mensual no garantiza que la inflación anual esté controlada. Por ejemplo, a pesar del -0,04 % de septiembre, las tasas interanuales aún pueden estar en terreno positivo y los acumulados del año mostrar alzas. Esta situación exige vigilancia.
Fuentes internacionales como el Banco Mundial señalan que Panamá registró tasas interanuales negativas durante 2024, por ejemplo -0,2 % al cierre de ese año. Esto sugiere que en el pasado reciente, el país vivió un ambiente de precios prácticamente estancados. En ese escenario, la caída mensual de septiembre podría ser parte de una fase de “precio plano” más que una verdadera desinflación.
Panorama regional y comparación con América Latina
En el contexto latinoamericano, Panamá destaca por sus bajas tasas de inflación o incluso deflación. Mientras tanto, otros países de la región registran subas de precios significativas. Por ejemplo, economías importantes como México, Colombia o Perú muestran inflación anual más elevada. (Ver datos del Banco Mundial). Este contraste plantea que Panamá tiene un “espacio” de estabilidad que aún no muchas economías de la región tienen. Pero también enfrenta el reto de mantener esa ventaja sin caer en trampa de bajo crecimiento.
Riesgos latentes: ¿Vuelve la inflación?
Aunque septiembre fue un mes de caída, existen varios riesgos que podrían revertir la tendencia:
- Aumento global del precio de alimentos o energía que impactería a Panamá que importa estos insumos.
- Devaluación del dólar panameño no aplica (porque usa el dólar), pero un alza de costos importados puede funcionar como devaluación interna.
- Ajustes en tarifas reguladas (agua, electricidad, transporte) que podrían generar alzas de precios en servicios.
- Demanda reprimida que estalle, generando presión de precios en segmentos específicos.
- Factores externos como el cierre del Canal, sequías o interrupciones logísticas que afectarían la oferta y subirían los precios.
El FMI advierte que aunque la inflación está baja, la economía panameña sigue expuesta a “riesgos a la baja” o a shocks externos.
Perspectivas para cierre de año y 2026
Las previsiones para Panamá sugieren que la inflación anual en 2025 podría cerrar en torno a cero o incluso ligeramente negativa, si se mantienen las condiciones actuales. En efecto, se menciona que la proyección del FMI para el país la sitúa cercana a -0,1 % para 2025.
Para 2026, la estimación es que Panamá podría registrar una inflación positiva, aunque moderada, en torno al 1 % o 1,4 %, según datos de Trading Economics.
En este escenario, los desafíos a medio plazo serán: sostener la estabilidad sin sacrificar crecimiento, fortalecer el mercado laboral y mantener finanzas públicas sanas.
Factores que podrían favorecer una mejora estructural
- Modernización del IPC : la actualización de la base estadística en el INEC (de 2013 a 2024) ofrece mayor precisión para el análisis de precios.
- Políticas de ingreso y empleo : estimular trabajo formalizado y elevar salarios reales puede romper la complacencia en segmentos vulnerables.
- Diversificación productiva : reducir dependencia de importaciones y energía puede mitigar futuros choques de precios.
- Infraestructura logística : Panamá, como nodo logístico, puede capitalizar su ventaja si el Canal y otras inversiones prosperan.
Estabilidad con riesgo latente
El dato de septiembre (-0,04 %) marca una buena noticia: Panamá logró detener el ascenso de precios en uno de sus meses clave. Pero no significa que la inflación esté “vencida”. El país debe aprovechar esta fase de calma para reforzar su estructura económica, laboral y estadística.
Para los hogares, representa una oportunidad de respirar, al menos en el corto plazo. Para los responsables de política, es momento de no bajar la guardia: mantener tarifas, monitorear precios importados y prevenir la complacencia.
En un mundo en que la inflación se dispara en muchos rincones, Panamá cuenta con una ventaja comparativa: puede mantener el costo de vida bajo control. Pero esa ventaja sólo se preservará con disciplina, vigilancia y reformas oportunas.